FRENTE A FRENTE…


Cuando nos encontramos frente a alguien, nuestro espacio vital representa nuestro territorio y es sagrado, para los conocedores del tema, ocupa un tamaño aproximado de cerca de un metro de distancia desde el centro de nuestro eje  y para algunas culturas (anglosajona), suele ser más amplio. 

Cuando alguien que no conocemos, interrumpe en ese espacio, inmediatamente tendemos a retroceder de forma espontánea, lo que no necesariamente es un rechazo hacia esa persona, sino que se trata de un movimiento instintivo. Piensa cuan incómodos podemos sentirnos dentro de un ascensor con muchas personas o en el vagón del metro cuando está lleno… y está demostrado que ese espacio puede extenderse a nuestras pertenencias.

Cada ser humano tiene un círculo imaginario en la cual estamo inmersos, según Edward Hall describe cuatro diferentes tipos de distancias que denomina el espacio personal:

Distancia Íntima: se da entre los 15 y 45 centímetros. Para que se de esta cercanía, las personas tienen que tener gran confianza y en algunos casos estarán emocionalmente vinculados, pues la comunicación se realizará además de la mirada a través del tacto y el sonido.  Es la zona de las parejas, padres e hijos y amigos íntimos. 

Distancia Personal: se genera entre los 46 y 120 centímetros. Esta distancia se da en la oficina, reuniones, fiestas, conversaciones personales o de trabajo.

Distancia Social: se produce entre 121 y 360 centímetros.  Es la distancia que nos separa de los desconocidos y extraños.   Usual con las personas con quienes no tenemos ningún tipo de relación,  gente que no  conocemos bien.

Distancia Pública: se da a más de 360 centímetros.   Es la distancia ideal para dirigirnos a grupos de personas.   El tono de voz es alto y esta distancia es la que se utiliza en las conferencias, charlas y seminarios.

Finalmente es importante que recordemos que valorar nuestro espacio vital implica en principio su reconocimiento físico como algo que nos pertenece y es  inherente a nuestra naturaleza y nuestros derechos.


Ma Isabel Buendia/ Image&fashion Consultant

Comentarios