¿Sirven de algo el Protocolo y la Etiqueta?


En los tiempos que corren, vemos una especie de irreverencia y hasta de snobismo, el considerar al protocolo y la etiqueta algo poco práctico, rígido y obsoleto.

Por una parte, hay algunos aspectos del protocolo que no parecen muy útiles para la gente de a pie, que vive el día a día, ya que si no es capaz de tratarse con un vecino, ¿tiene sentido que aprenda a desenvolverse en el ambito de la realeza, donde probablemente no va a estar nunca?

Por la otra, para mucha gente hoy día, la consigna es “ser uno mismo” a toda costa, sin tener en cuenta quienes le rodean. Puede ser descuidado, desaliñado o grosero, porque "así soy y me expreso libremente". Todo se resume en la frase “me aceptan así o me dejan”, que encaja perfectamente con los términos de egolatría y narcisismo. Los que comparten esta corriente de comunicación, generalmente terminan aislados.

No obstantte, todos sabemos que en la comunicación y en las relaciones interpersonales, se pueden hacer estragos si empleamos el tono y los modales inadecuados para con nuestro interlocutor. El Diccionario de la Real Academia define CORTESIA como "demostración o acto con que se manifiesta la atención, respeto o afecto que tiene una persona hacia otra". No es ni más ni menos que reconocer y valorar el hecho de que vivimos en permanente interacción con nuestros semejantes, por lo que nuestros actos, gestos y palabras deben demostrar el respeto que estos nos merecen.

El protocolo y la etiqueta, en muchos de sus aspectos, definitivamente son servicios que se implementan en la sociedad para facilitarle su desarrollo y buen desenvolvimiento y por supuesto siempre serán de indispensable aplicación y de absoluta vigencia.

Ma. Isabel Buendia/ Infashion Asesor

Comentarios